De acuerdo con medios locales de prensa, los uniformados eliminaron al comandante de la referida formación armada Abdul Qader Al-Hamu, quien había anunciado una rebelión a las Fuerzas Armadas.
Las fuentes indicaron que la calma ha vuelto a la localidad tras tres días combates en los que los regulares emplearon tanques y ametralladoras pesadas, mientras decenas de integrantes de esta milicia procedieron a rendirse y entregar sus armas.
Asimismo, los zapadores comenzaron a desminar la zona urbana que presenció combates, mientras decenas de familias comenzaron a retornar a sus hogares.
El comandante de la referida milicia había rechazado las medidas judiciales tomadas en su contra tras denuncias de haber humillado a jefes tribales, hecho que desencadenó choques entre integrantes de la milicia y armados de las tribus en la zona.
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