Los días 26 y 27 de septiembre serán las sesiones en el Congreso de los Diputados de España, donde el mandamás del PP buscará los votos para ser investido como futuro presidente del Gobierno, algo que de momento parece imposible.
Dos apelaciones del PP son las únicas esperanzas de lograr el éxito, el transfuguismo al que han llamado abiertamente a integrantes del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) o, que la manifestación de este domingo contra la amnistía en Cataluña se revierta a su favor.
Las críticas del exjefe del Ejecutivo, Felipe González, y del exvicepresidente Alfonso Guerra, ambos del PSOE pero enemigos del actual inquilino del Palacio de la Moncloa, Pedro Sánchez, son otras armas que esgrime la derecha para hacerse del poder.
En realidad, el PP, según analistas de TVE, busca especialmente consolidarse como fuerza política en el país ibérico y arropar a Núñez Feijóo, pensando más bien en su futuro presidenciable.
En los entretelones, la pugna por legalizar como ya se hizo ayer, el catalán, vasco y gallego en la Cámara Baja junto con el castellano, encendió otra chispa en el crispado ambiente.
Los conservadores en general, liderados por el PP aunque con un rechazo más vertical de la ultraderecha de Vox, consideran la medida absurda y costosa, o cuando menos irrelevante y en contravía de la defensa del idioma español.
En España esas tres lenguas son dominantes en sus respectivos territorios. Sin embargo, los costos para implementar su uso en la Cámara Baja son elevados y las fuerzas de la derecha arremetieron contra la iniciativa.
Otro punto de discordia con el trasfondo especial de Cataluña y las organizaciones independentistas, a priori decisivos para una investidura presidencial que, al parecer, no podrá alcanzar Núñez Feijóo.
El PP, empujado también por el exjefe del Gobierno José María Aznar, convocó a un mitin el próximo domingo para rechazar un eventual pacto de amnistía en Cataluña, que supuestamente abriría las puertas a la permanencia de la coalición de izquierdas en el Palacio de la Moncloa, encabezada por Pedro Sánchez.
El Congreso cuenta por primera vez con traducción simultánea, como ya sucede desde hace unos años en determinadas circunstancias en el Senado español.
Según trascendidos, Esquerra Republicana y Junts adelantaron que utilizarán el catalán en todas sus intervenciones, no así el Partido Nacionalista Vasco y el independentista EH Bildu, que alternarán el castellano con el euskera. Legisladores del grupo Sumar lo harán igualmente con el gallego.
Si bien el PP logró la mayor votación en las elecciones generales del pasado mes de julio, no cuenta con apoyos suficientes para llegar a la cifra requerida, 176 escaños, con la cual accedería a la Moncloa.
Los socialistas de Sánchez tampoco tienen todos los puestos necesarios, pero con pactos, y sobre todo si llegara a acuerdos con Esquerra y en particular Junts, podría repetir al frente del Ejecutivo.
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