Un su discurso en el plenario de la Asamblea General, el primer ministro de ese estado caribeño, Terrance Drew, remarcó que Cuba ha sido un socio mundial generoso pero se encuentra en las garras de un cerco económico, comercial y financiero injusto que persiste y causa sufrimiento a un pueblo que no lo merece.
“Nos preocupa que haya desigualdades importantes que se hacen más grandes a pesar de los llamamientos realizados para la solidaridad mundial, la acción y la cooperación”, alertó.
En este punto, instó a Washington a entablar un diálogo constructivo con Caracas y a aliviar el pesar que sus medidas coercitivas ocasionan.
“Venezuela se encuentra en una situación precaria como resultado de las sanciones que se le han impuesto y su ciudadanía sigue asumiendo la carga de estas medidas unilaterales”, aseguró.
Por otra parte, el líder sancristobaleño se refirió a la necesidad de compensar a las naciones que durante siglos sufrieron a causa de la esclavitud transatlántica.
El comercio de seres humanos, enfatizó, llevó a un enriquecimiento de algunos a expensas de las vidas y la deshumanización de los pueblos africanos.
Por ello ya hay que hacer justicia y reparar, les aliento a todos a que trabajen de manera constructiva como aliados para buscar el respeto de la justicia.
El desafío climático no puede caer en el olvido, afirmó igualmente.
Los impulsos industriales de los países y algunas empresas empujan a los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (PEID) y a otros, y los colocan en la primera línea del calentamiento global, expuso.
Los grandes contaminantes, denunció, no aceptan la responsabilidad por la financiación a la adaptación al cambio climático y las acciones de mitigación necesarias para la supervivencia de quienes sufren las consecuencias de los estilos de vida de otros.
Países como el mío, incapaces de acceder a una financiación favorable, se ven obligados a arreglar la crisis climática obteniendo préstamos y pagando unos índices exorbitantes precisamente de aquellas naciones donde se originó el problema, planteó.
Esto es injusto, y por lo tanto, pedimos justicia, apuntó.
En otro punto pidió a la comunidad internacional tratar urgentemente las brechas y las faltas que existen en la estructura financiera internacional actual, con el objetivo de reforzar el apoyo a los PEID, sobre todo a través de un mecanismo multilateral para abordar el asunto de la deuda soberana.
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