En una entrevista con los diarios locales Tishreen y Thawra, la alta funcionaria consideró que el gigante asiático desempeña un papel de equilibrio en la arena internacional y trabaja por el desarrollo común y el bienestar de todos.
Siria constituye una parte esencial de la visión china sobre la estabilidad en el mundo, porque el tamaño de esta nación árabe no está en su grande geografía sino en sus firmes posiciones y principios, afirmó.
Según Al-Shibel, las relaciones entre Damasco y Beijing son estratégicas y se basan en objetivos políticos y principios e intereses comunes, y su ritmo se ha acelerado durante la última década.
Elogió la política china que toma en cuenta el respeto mutuo y la prosperidad común, y construye alianzas claras y profundas por el bien de la estabilidad.
Occidente crea problemas donde puede mediante la fuerza y las bases militares, mientras China construye soluciones mediante el poder de la cultura, el respeto y el bienestar común de todos los pueblos, concluyó la asesora.
El mandatario sirio Bashar Al-Assad inició el jueves pasado una visita oficial a la República Popular de China, por invitación de su homólogo Xi Jinping.
Tras su reunión cumbre en la ciudad de Hangzhou en el este de ese país, los presidentes de las dos naciones anunciaron el establecimiento de relaciones de asociación estratégica y se comprometieron a seguir intercambiando firme apoyo en cuestiones relativas a los intereses fundamentales y las principales preocupaciones de cada país.
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