Luego de las intensas jornadas de debate y recuento de responsabilidades, no pocos aseguran que las verdaderas soluciones parecen complejas aun con prioridades claras sobre la mesa como la urgencia climática, las inequidades del sistema financiero y la fragmentación política.
La humanidad ha abierto las puertas del infierno, advirtió el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres.
Este convocó a redoblar esfuerzos al recordar los más recientes impactos naturales en el planeta, con varios récords de temperaturas durante el verano más caliente de la historia o las inundaciones en Derna, Libia.
«La acción climática se ve eclipsada por la magnitud del desafío. Si nada cambia, nos dirigimos hacia un aumento de la temperatura de 2,8 grados; un mundo peligroso e inestable», remarcó.
El secretario general alertó además de una presión sin precedentes sobre la paz y seguridad del planeta.
El actual contexto, dijo al inaugurar el Debate General, demanda mayor prevención mundial y el aprovechamiento de la capacidad de las Naciones Unidas para salvar las divisiones geopolíticas.
La convocatoria desde el principal foro político demandó acciones eficaces para los próximos siete años cuando el propio organismo alerta de un revés en la mayoría de las metas trazadas.
De acuerdo con estimaciones de la ONU, apenas el 15 por ciento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) está en marcha mientras que otros van en rumbo contrario.
El impacto de la pandemia de Covid-19 retrasó o estancó importantes programas como el alcance de la equidad de género mientras que los conflictos en Ucrania o África complejizan un futuro de paz, incrementan los precios de los alimentos y del costo de vida para millones.
Los ODS necesitan un plan de rescate global, enfatizó Guterres, pero todos debemos dar un paso adelante.
La semana decisiva para el planeta abarcó una cargada agenda con las cumbres de los ODS y sobre la Ambición Climática; el encuentro de alto nivel sobre prevención, preparación y respuesta ante pandemias junto a la reunión previa a la Cumbre del Futuro.
El Debate General convocó a reconstruir la confianza y reactivar la solidaridad, al tiempo que sirvió de foro para escuchar a las voces del mundo denunciar el bloqueo contra Cuba.
En tanto, otro de los eventos puso la mirada en la urgencia en la cobertura sanitaria universal cuando unos cuatro mil 500 millones de personas, más de la mitad de la población mundial, no tienen suficiente acceso a los servicios sanitarios esenciales.
«Vivimos en un mundo de muchas prioridades que compiten entre sí, pero tenemos que mantener la atención de los líderes mundiales en la salud como base del desarrollo sostenible», afirmó el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Por su parte, la lucha contra la tuberculosis reunió en un diálogo de alto nivel a líderes y altos representantes del sector con el objetivo de intensificar los esfuerzos mundiales para finalmente poner fin a la epidemia tras décadas como una causa significativa de mortalidad.
En los últimos años hemos vivido una especie de tormenta perfecta: la Covid-19, el cambio climático, los conflictos y otras crisis están amenazando los avances de los últimos 20 años, afirmó Peter Sands, director ejecutivo del Fondo Mundial de Lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria.
«Podemos mantener e incluso acelerar los avances si trabajamos juntos para afrontar los retos sanitarios más acuciantes y construir sistemas de salud más fuertes y resistentes, pero es vital que al hacerlo abordemos las profundas y omnipresentes desigualdades sanitarias entre los países y dentro de ellos», aseveró.
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