De acuerdo con el presidente de la Unión Social Cristiana (CSU) y primer ministro bávaro, Markus Soder, la nación federal no tiene la capacidad de integrar a más de esa cantidad de desplazados al año.
Nosotros estamos a favor de ayudar a los refugiados, pero estamos en contra de la inmigración incontrolada a Alemania, expresó Soder a la emisora pública ARD.
En este momento estamos al límite y una integración real no es posible en estas condiciones, pues las autoridades locales difícilmente pueden organizar alojamiento, escuelas y guarderías para ellos, afirmó.
Soder pidió al gobierno de coalición liberal de izquierda del canciller federal Olaf Scholz que limite el número de refugiados a 200 mil personas, al aseverar que esto podría definirse como un punto de referencia.
También sugirió poner fin a los programas especiales de admisión de refugiados de Alemania e intensificar el retorno de los inmigrantes cuyas solicitudes de asilo fueron rechazadas.
Alrededor de 205 mil inmigrantes solicitaron asilo en Alemania entre enero y agosto de este año, lo que supone un aumento del 77 por ciento en comparación con el mismo período del año pasado.
Los legisladores de la oposición advierten que la cifra podría llegar a 400 mil a finales de año si el Gobierno no toma medidas urgentes.
En el punto álgido de la crisis de refugiados en 2016, alrededor de 720 mil personas, en su mayoría sirios e iraquíes, habían solicitado asilo en Alemania.
La nación germana, que es la economía más grande de Europa, sigue siendo uno de los principales destinos para los inmigrantes irregulares y solicitantes de asilo que llegan a la Unión Europea.
Actualmente, alrededor de un millón de refugiados ucranianos viven en el país, mientras desde enero, más de 62 mil sirios y 37 mil afganos solicitaron asilo, según cifras oficiales.
En los últimos meses, los cruces fronterizos ilegales por parte de inmigrantes económicos también han aumentado significativamente, lo que obligó al Ejecutivo federal a considerar nuevas medidas en las fronteras con Polonia y la República Checa.
Las autoridades registraron más de 45 mil entradas ilegales en los primeros seis meses de este año, lo que supone un aumento del 56 por ciento en comparación con el mismo período de 2022.
Actualmente, unos 280 mil extranjeros se encuentran en Alemania sin un permiso de residencia válido y se ven obligados a abandonar el país.
Casi la mitad de ellos eran inmigrantes irregulares por motivos económicos, cuyas solicitudes de asilo fueron rechazadas.
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