El Partido de los Trabajadores (PT) señaló en una declaración que el 24 de septiembre «tuvimos la triste noticia de otro ataque a una representación del gobierno cubano en el exterior, esta vez en la Embajada en Washington, Estados Unidos».
Alertó que, «en un momento en que defendemos la democracia y el fin de las prácticas imperialistas, vemos que un grupo más utiliza prácticas terroristas para violentar públicamente a Cuba».
El PT reiteró su solidaridad «con el Gobierno y el pueblo cubano en este lamentable momento de la historia. ¡Y reiteramos nuestra posición por el fin del bloqueo a Cuba!», remarcó.
También el Partido Comunista de Brasil (PCdoB) rechazó en un comunicado el atentado terrorista, cuando un individuo lanzó dos cócteles molotov contra la misión diplomática cubana en Washington.
La organización política apuntó que, a pesar de que todos los acuerdos y leyes internacionales obligan al país que alberga representaciones extranjeras a proteger las instalaciones diplomáticas, en abril de 2020 la embajada cubana en Washington fue blanco de disparos de fusil.
«Esos graves acontecimientos, ocurridos en corto período de tiempo, relevan, como mínimo, negligencia de las autoridades estadounidenses en el cumplimiento de sus obligaciones. Esas mismas autoridades que afrontan la conciencia humana al sostener un bloqueo criminal contra Cuba, repudiado por prácticamente todas las naciones de la ONU», indicó el PCdoB.
Manifestó su inquebrantable solidaridad al Partido Comunista de Cuba, al gobierno revolucionario y al pueblo cubano, y exigió que «los responsables del atentado terrorista sean identificados y castigados de forma ejemplar».
En la misma arista, la secretaria ejecutiva del Foro de Sao Paulo, Mónica Valente, reiteró en una red social la solidaridad con Cuba del mecanismo de concertación de fuerzas progresistas de América Latina y el Caribe y pidió una exhaustiva investigación de la embestida terrorista.
De igual manera, el Movimiento Paulista de Solidaridad con Cuba manifestó su repudio e indignación con un acto más de terrorismo contra la isla, resultado de los constantes discursos de odio «lanzados por la extrema derecha en Miami, tolerados y apoyados por las administraciones de Estados Unidos».
Asimismo, la Asociación de Cubanos Residentes en Brasil-José Martí condenó en términos enérgicos la agresión violenta contra la sede diplomática cubana en Washington, «claro atentado contra la paz y seguridad internacional, así como un flagrante desprecio por el derecho internacional y las normas que rigen las relaciones diplomáticas entre naciones soberanas».
jha/ocs