Las discusiones de la reunión se concentran en seis áreas principales en las que sobresale el fortalecimiento de la resiliencia y la búsqueda de la prosperidad frente a los crecientes impactos provocados por el calentamiento global.
Debaten asimismo sobre la financiación de la transición a las energías renovables en el Caribe, y acerca de la necesidad de transformar la arquitectura financiera internacional, permitir el acceso a financiación azul y verde, y la colaboración regional en materia de mecanismos de fijación de precios del carbono. Las conclusiones del evento sentarán además las pautas del grupo previo a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2023 a celebrarse en Dubai, en Emiratos Árabes Unidos, entre noviembre y diciembre venideros.
Durante la jornada de apertura, el primer ministro de Granada, Dickon Mitchell, señaló que su país ya resultó perjudicado por el impacto del cambio climático y que la mayoría de las playas de la costa noreste “ya han desaparecido”.
“Si aceptamos que el 20 por ciento del mundo ha causado esto, y si aceptamos que el mismo 20 por ciento del mundo controla el 85 por ciento del Producto Interno Bruto, entonces la pregunta es por qué debemos seguir observando tranquila y lentamente cómo nuestro estilo de vida se desvanece, mientras aquellos que crearon la revolución industrial continúan disfrutando de un alto nivel de vida”, cuestionó.
Para hacer frente a los desafíos comunes, Mitchell dijo que el arsenal de las naciones de la región para luchar por la justicia en lo relacionado al cambio climático estriba en la unidad, en el compromiso y en la firmeza.
Por su parte, el primer ministro de las Bahamas, Philip E. Davis, subrayó la urgencia de la crisis actual.
“Las naciones caribeñas, unidas por su vulnerabilidad compartida, están alzando sus voces juntas para exigir responsabilidades a las naciones desarrolladas”, planteó.
Enfatizó en la importancia de buscar justicia climática, sobre la necesidad de que las instituciones financieras internacionales reevalúen su enfoque crediticio a los estados vulnerables, y llamó a un acceso equitativo a la financiación para el desarrollo en condiciones favorables.
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