Hasta el momento se confirmaron 60 personas lesionadas producto de la deflagración, sobre la cual se presume que fue un atacante suicida, que tuvo lugar cerca de la mezquita de Al-Falah, donde la gente se reunía para participar en la festividad por el nacimiento del Santo Profeta Mahoma, indicaron fuentes policiales.
Fuerzas del orden acordonaron el lugar para facilitar el traslado de los heridos a hospitales cercanos por el personal de rescate, de acuerdo con el diario The Express Tribune.
Las autoridades declararon el estado de emergencia en las instalaciones médicas y pidieron la colaboración urgente del personal de atención sanitaria que se encontraba de descanso.
Luego de condenar la explosión, el ministro interino de Información de Baluchistán, Jan Achakzai, aseguró que se destinaron más equipos especializados a la zona y los heridos graves son trasladados a Quetta.
Por otra parte, las policías de Karachi y Punjab declararon que permanecerán completamente en alerta máxima con el reforzamiento de las medidas de seguridad para salvaguardar los eventos y procesiones en esos territorios.
Poco después de la explosión, el ministro interino de Información, Murtaza Solangi, condenó el hecho, lamentó las víctimas y heridos y aseguró que el terrorismo será desterrado por completo con la cooperación de las fuerzas de seguridad.
En una declaración similar en la plataforma X, anteriormente Twitter, el titular interino del Interior, Sarfraz Bugti, calificó de terrible y atroz el ataque contra personas inocentes durante la festividad musulmana.
De igual modo, prometió todos los recursos para la operación de rescate y socorro y la mejor atención médica para los lesionados.
Asimismo, ratificó la política del gobierno de tolerancia cero contra los terroristas.
Por otra parte, el presidente y ex primer ministro de la Liga Musulmana de Pakistán-Nawaz, Shehbaz Sharif, dijo que un acto como ese en una ocasión que marca el nacimiento del Santo Profeta siempre será detestable.
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