El operativo tiene lugar en el marco del estado de excepción que rige en el sistema penitenciario a nivel nacional y que esta semana fue prorrogado por un mes más, anunció el mandatario en su cuenta de la red social X, antes Twitter.
El objetivo, según el gobernante, es hacer un control de armas, municiones y explosivos para desarmar a las organizaciones delictivas.
Desde 2020, las cárceles ecuatorianas son escenario de disturbios, en los cuales han muerto más de 450 privados de libertad, un hecho que el Gobierno atribuye a los enfrentamientos entre bandas rivales que disputan el control de los centros de privación de libertad.
Actualmente, la principal preocupación de los ecuatorianos es la inseguridad y los hechos de violencia que no solo se dan dentro de las cárceles, sino también en las calles.
La ciudadanía considera insuficientes e ineficaces las medidas del Ejecutivo para frenar los hechos violentos.
Esta semana la Iniciativa Global Contra el Crimen Organizado Transnacional, organismo internacional especializado en investigaciones sobre el crimen, señaló a Ecuador como uno de los 10 países con mayor criminalidad del mundo.
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