Durante una visita a la localidad de Tonneins, en el suroccidental departamento de Lot y Garona, el mandatario precisó que las unidades adicionales se activarán desde la actualidad hasta el 2027, de ellas 93 fijas y 146 móviles.
Los nuevos gendarmes responden a una promesa del jefe de Estado de reforzar la seguridad, una de las preocupaciones de los franceses ante flagelos como el tráfico de drogas.
Macron afirmó que la seguridad es un reclamo de la ciudadanía y un derecho al margen de colores políticos.
Respecto a situaciones particulares como la violencia ligada a las drogas en Marsella, donde suman más de 30 asesinatos por esa causa este año, el presidente descartó la movilización de militares, argumentando que la respuesta debe correr a cargo de policías y gendarmes.
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