La Asociación Cafetalera de El Salvador (Acafesal) informó un rebrote de estas enfermedades que pueden incidir en los planes del país se retornar al millón de quintales (100 mil toneladas), una marca que hace varios años no se logra.
La cosecha de 2023-2024 todavía no inicio y ya los expertos expresan su alarma por un rebrote de estas enfermedades, que, si no se controlan, reducirán la producción.
El presidente de Acafesal, Sergio Tica, alertó que un alto porcentaje de las fincas cafetaleras tienen broca (Hypothenemus hampei), un insecto originario de África, del tamaño de la cabeza de un alfiler y que es conocido por ser la plaga que más daño causa a los cultivos de café a nivel mundial.
Ticas estimó que esta calamidad junto a la roya podría hacer descender la producción, incluso inferior a los 876 mil 315 quintales (87631.5 toneladas) en el ciclo 2022-2023.
Las enfermedades y las afectaciones climáticas hicieron que El Salvador disminuyera su producción del aromático y pasara de ser el quinto productor mundial del grano, con cosechas superiores a los cinco millones de quintales en la década de 1970, a ubicarse en el lugar 16, según la Organización Internacional del Café (OIC).
La caída ocurrió en el ciclo 2012-2013 cuando una dañina plaga de roya disminuyó la producción a más de la mitad y por debajo de la cota del millón de quintales.
En la actualidad los cafeteros salvadoreños marchan a la retaguardia de sus vecinos centroamericanos, encabezados por Honduras con una cosecha de 6.5 millones de quintales (650 mil toneladas, que lo colocan como el cuarto productor a nivel mundial de las variedades arábicas.
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