La Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) anunció que el próximo torneo tendrá como sedes a España, Portugal y Marruecos y de manera excepcional se celebrarán tres partidos inaugurales en Argentina, Paraguay y Uruguay.
Esta peculiar organización se debe a que en 2030 se cumple el centenario de estos eventos, cuya primera sede y campeón del orbe fue precisamente Uruguay.
Chile contaba con sumarse como cuarto país sudamericano en compartir el arranque de la copa, pero sus aspiraciones quedaron frustradas.
El ministro del Deporte, Jaime Pizarro, dijo que hay tristeza y desilusión por la medida y aludió a un cambio en las condiciones originales para aceptar las candidaturas, del cual no se tenía conocimiento.
Agregó el titular que tampoco se recibió una notificación acerca de la decisión y se enteraron por la página de internet de la FIFA.
Medios locales reportaron que el presidente de la República, Gabriel Boríc, habría llamado a su homólogo de Argentina, Alberto Fernández, para conocer qué ocurrió con el proceso.
Boric hizo gestiones previas con Fernández, así como con el mandatario de Uruguay, Luis Lacalle Pou, destinadas a fortalecer la candidatura chilena.
Por su parte, el presidente de la Federación Nacional de Fútbol Profesional, Pablo Milad, ofreció aquí una conferencia de prensa donde expresó su molestia.
“Esto me lo tiene que explicar a mí y a Chile Gianni Infantino”, dijo en alusión al máximo dirigente de la FIFA.
Milad aseguró que su país trabajó duro en la organización de la candidatura e, incluso, estaba fijada una reunión aquí el 20 de octubre con los ministros y presidentes de las federaciones nacionales de fútbol concernidas.
Según el funcionario, Uruguay será sede de un partido inaugural del torneo por ser el primer campeón mundial, Argentina porque es el titular vigente, y Paraguay lo hará como sede de la Confederación Sudamericana de Fútbol.
Chile, aunque fue una de las 13 naciones que participaron en la lid de 1930, finalmente quedó fuera.
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