Las autoridades sanitarias del país magrebí anunciaron el reforzamiento de las medidas de higiene en los puertos y aeropuertos para prevenir la proliferación del insecto, que invade las ciudades francesas y la posible aparición de epidemias.
El Ministerio de Salud, en coordinación con varias autoridades activó el sistema de vigilancia sanitario para evitar la infiltración de las chinches, dice el comunicado de la cartera con un lenguaje que recuerda los partes de guerra.
El problema es tan serio que inspectores especializados supervisan y desinfectan los aviones, barcos y medios de transporte terrestre ante la posibilidad de una amenaza detectada por funcionarios de los centros de control sanitario fronterizos.
En aras de evitar el pánico, el titular de Salud argelino, Abdelhak Saihi, negó que en el país se hayan descubierto cantidades inusuales del insecto, pero es obvio que la amenaza persiste ya que las noticias provenientes de Francia son inquietantes, para decir lo menos.
Reportes de varias fuentes señalan que los insectos sentaron plaza en las ciudades francesas lo que explica la raíz de las preocupaciones argelinas basadas en el enorme tráfico humano y de vehículos entre ambos países.
No hay enemigo pequeño, dice el refrán y la infestación del insecto lo confirma pues se alimenta de los humanos y dada su amplia distribución y capacidad de adaptarse a vivir en zonas domiciliares y peridomiciliares es la mayor causante de casos de infección.
El problema llega en mala hora para Francia donde están a todo vapor los preparativos para las Olimpiadas de verano de 2024.
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