Por medio de un comunicado, el ente aclaró que entre las víctimas mortales hay 35 mujeres y cinco niños, mientras 277 resultaron heridos, y precisó que este saldo podría aumentar.
El Gobierno declaró la víspera tres días de luto público y oficial por la víctimas civiles y militares del ataque y anunció que las banderas se bajarán a media asta en el país y en todas las embajadas y misiones diplomáticas sirias en el extranjero.
A su vez, la Cancillería siria condenó enérgicamente el atentado y lo calificó de vil y cobarde, y un claro ejemplo del enfoque terrorista y brutal de sus autores.
Aseguró que este acto no debilitará la determinación de erradicar la plaga del terrorismo y llamó a las Naciones Unidas y al Consejo de Seguridad a que condenen esta agresión y que los Estados patrocinadores del terrorismo rindan cuentas por sus crímenes contra el pueblo sirio.
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