«Seguimos repitiendo que los militares rusos no atacan objetivos civiles, los ataques se llevan a cabo contra instalaciones de infraestructura militar, lugares de acumulación de militares y representantes del mando militar», dijo Peskov al comentar informes sobre numerosas víctimas por bombardeo en Járkov.
Rusia desarrolla desde el 24 de febrero de 2022 una operación militar especial en Ucrania cuyos objetivos, según el presidente Vladímir Putin, son proteger a la población de «un genocidio por parte del gobierno de Kiev».
Igualmente persigue atajar los riesgos que para la seguridad nacional representa el avance de la Organización del Tratado del Atlántico Norte hacia el este.
Moscú ha declarado en numerosas ocasiones que las Fuerzas Armadas de Rusia no atacan instalaciones civiles, sino realizan ataques contra los puestos del mando militar, las comunicaciones y la infraestructura energética de Ucrania.
Hasta la fecha, Ucrania ha condicionado el cese de las hostilidades a la recuperación de todos los territorios, incluida Crimea, que se unió a Rusia en marzo de 2014.
Rusia, si bien ha declarado reiteradamente su disposición de buscar una solución negociada, insiste en la necesidad de lograr todos los objetivos de su operación especial y considera que por el momento solo es posible hacerlo por medios militares.
El conflicto de Ucrania, según el Kremlin, puede avanzar hacia una solución política siempre y cuando se tengan en cuenta la situación de facto y la nueva realidad territorial.
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