El viernes en la noche, el mandatario andino, quien se encontraba en Estados Unidos por «temas personales» y tenía previsto emprender un viaje a Corea del Sur del 7 al 13 de octubre, anunció su regreso al país y convocó de manera urgente el encuentro en el Palacio de Carondelet (sede de Gobierno).
Ni complicidad ni encubrimiento, aquí se conocerá la verdad, manifestó Lasso en su red social X.
Sin embargo, usuarios en esa plataforma cuestionan las medidas que suele tomar el Gabinete, liderado por Lasso, en situaciones similares y ratifican la poca credibilidad del gobernante entre los ecuatorianos a pocos meses de terminar su administración.
No diga cosas que no puede cumplir, señaló el sociólogo Agustín Burbano ante la decisión de Lasso de retornar a Ecuador y reunir a su Gabinete.
Por su parte, el analista político Mauro Andino añadió que, si el gobierno de Lasso hubiera querido encontrar la verdad para identificar a los autores intelectuales del asesinato del candidato presidencial, Fernando Villavicencio, habría garantizado y protegido la vida de los sicarios a como dé lugar.
No lo hizo. Aquí existe responsabilidad absoluta del Estado. No hay que ser un genio para darse cuenta que todo esto apesta a contubernio y complicidad, denunció.
La tarde de este viernes, luego de que el ministro del Interior, Juan Zapata, anunciara que estaba listo el informe sobre los supuestos responsables, seis sospechosos del crimen aparecieron muertos en la prisión más grande y peligrosa de Ecuador, en la ciudad costera de Guayaquil, donde permanecían detenidos.
De acuerdo con un comunicado emitido por la Fiscalía General del Estado (FGE), los reclusos son de nacionalidad colombiana y fueron imputados por el atentado que cobró la vida del político ecuatoriano, aunque no explicaron las circunstancias de su deceso.
El pasado miércoles, la FGE informó que las investigaciones por el asesinato de Villavicencio concluirían hoy y a partir de esta fecha, la institución judicial debería pedir que se fije día y hora para la audiencia preparatoria y evaluatoria, en la que presentaría su acusación y el juez del caso decidiría si los procesados iban a juicio.
Un día antes, el órgano de justicia había dispuesto que 25 personas, incluidas dentro de la pesquisa, entregaran sus teléfonos celulares, con el fin de explotar la información que contienen.
En el listado aparecieron Christian Zurita, quien reemplazó a Villavicencio como candidato a la jefatura del Ejecutivo por el movimiento Construye, y el exministro del interior y asambleísta electo, Patricio Carrillo.
Villavicencio fue asesinado a tiros el 9 de agosto de este año en Quito cuando salía de un mitin de campaña. El sicario que le disparó falleció ese mismo día poco después de los sucesos debido a los impactos de bala que recibió por parte del equipo de seguridad del político. El suceso trastocó el escenario de la primera vuelta de las votaciones generales aquí.
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