Programada para este sábado a las 19:00, hora local, en el escenario principal de la FILC, la exhibición de creaciones a base de plumas ecológicas atrae desde temprano a muchos de los asistentes a este acontecimiento cultural.
Como suele suceder en las muestras de quien es considerada un ícono internacional de esta expresión creativa, al ritmo de la música folklórica las modelos mostrarán cada una de las prendas confeccionadas por las manos de la también psicopedagoga.
Los trajes sirven de alegoría para reivindicar las danzas que forman parte del patrimonio cultural del Estado Plurinacional de Bolivia.
Estas obras de arte utilizan plumas de gallina, pato y ganso, de desecho retomadas por Bravo con el respeto y el amor que le tiene a la naturaleza, para volverlas a poner en movimiento.
“Bolivia tiene alrededor de dos mil 400 especies de aves, es el país más rico en esta especie, por esa razón me fui por toda Europa para aprender más sobre arte plumaria, después volví a mi país decidida a recorrer la Amazonia y aprender de los artesanos del oriente boliviano”, declaró a Prensa Latina.
Sus creaciones reflejan los saberes adquiridos de las culturas indígenas originarias ayorea, chiquitana, moré, sirionó y moxeña, entre otras, al regreso del exilio.
Bravo agradeció a la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia y a la Gobernación de Cochabamba por su impulso al arte plumario y por fomentar su aprendizaje.
Sobre la artista, el reconocido intelectual boliviano David Aruquipa escribió en referencia a los años que vivió en el extranjero durante las dictaduras militares, «que es una activista por los derechos de los humanos, valoramos su trabajo con las mujeres migrantes. Bravo, por Alexandra Bravo”.
Esas inquietudes la llevaron a participar en eventos políticos sociales en Polonia, España, Francia, México, Nicaragua, Perú y Venezuela.
Su obra en tanto, ha sido expuesta en galerías y museos de Suiza, Suecia, Alemania, Austria y Cuba.
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