En entrevista exclusiva, el director general de Asuntos Multilaterales y Derecho Internacional del Ministerio de Relaciones Exteriores cubano consideró ese resultado como fruto, además, del compromiso de la nación con la defensa del multilateralismo y la Carta de las Naciones Unidas.
La mayor de las Antillas resultó electa por sexta ocasión este martes en la elección convocada por la 78 Asamblea General para integrar el organismo entre 2024-2026.
«Nuestro país obtuvo 146 votos (de un mínimo necesario de 97) que representan el apoyo de más de las dos terceras partes de los miembros de las Naciones Unidas y la mayor cantidad para los países aspirantes de América Latina y el Caribe», dijo.
Esta victoria, en medio de un reforzamiento sin precedentes del bloqueo de los Estados Unidos, agrega valor a la resistencia del pueblo cubano frente a esa flagrante, masiva y sistemática violación de los derechos humanos de todo un pueblo, insistió el diplomático.
Al referirse al camino recorrido por el país para obtener un puesto dentro del Consejo por sexta ocasión, Benítez destacó múltiples iniciativas para respaldar el derecho a la alimentación, la cultura y el respeto a la diversidad cultural, en particular para el Sur Global.
Cuba ha promovido, agregó, el desarrollo progresivo de los derechos de tercera generación, la promoción de un orden internacional democrático y equitativo así como el tema de la deuda externa.
Al mismo tiempo, se ha opuesto a resoluciones dentro del órgano con enfoques y mandatos politizados, punitivos y selectivos que no cuentan con el apoyo de los países concernidos.
En contraposición, la nación caribeña ha aportado su experiencia como país en desarrollo, firme defensor del diálogo y la cooperación en materia de derechos humanos, con apego a los principios de objetividad, no selectividad e imparcialidad, remarcó por su parte Gretel Rolle, experta de Asuntos Multilaterales y Derecho Internacional de la cancillería cubana.
«Nuestro país tiene un amplio historial de cooperación con los mecanismos de derecho humanos de naturaleza universal y no discriminatoria y forma parte de 44 de los 61 instrumentos internacionales en la materia lo que lo convierte en uno de los estados con más instrumentos ratificados», enfatizó.
Con una mirada al futuro, el país caribeño mantendrá sus posiciones de principio así como su contribución a la protección de todos los derechos humanos para todas las personas y pueblos del mundo.
Esta defensa, precisó el director general de Asuntos Multilaterales y Derecho Internacional, se basa en el respeto de la Carta de la ONU, los instrumentos internacionales de derechos humanos acordados y la Declaración y Programa de Acción de Viena.
En el contexto interno, continuaremos llevando a cabo nuestro proceso integral de reforma legislativa, en desarrollo desde hace varios años, que incluye el fortalecimiento del marco jurídico internacional de las garantías fundamentales.
Al respecto, recordó que desde la promulgación de la nueva Constitución de Cuba, en 2019, hasta diciembre de 2022, se aprobaron 118 normas jurídicas de rango superior en la isla, un hecho sin precedente en tan corto período de tiempo.
«Esta reforma nos permite contar con robustas y modernas leyes fundamentales de la organización del Estado y el Gobierno y desarrollar una amplio catálogo de derechos y garantías previstas en la Carta Magna», recalcó Benítez.
De esta forma, Cuba en su condición de miembro del Consejo defenderá el carácter genuinamente popular y participativo de la democracia cubana, demostrado en varios procesos de consultas, dos de ellos devenidos en referendos nacionales (la Constitución y el Código de las familias).
Igualmente, defenderemos en el Consejo los intereses de los países miembros del Movimiento de Países No Alineados, el G77 y China, así como los de otras naciones en desarrollo, concluyó.
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