El evento está organizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en coordinación con ONU-Mujeres, y participan representantes de gobiernos, agrupaciones sociales y defensoras de los derechos femeninos.
Durante el encuentro de dos días se explorarán las vías para generalizar la equidad en las esferas sociales, económicas y ambientales, así como los avances del Fondo Regional de Apoyo a Movimientos Feministas.
Daniel Titelman, director de la división de desarrollo económico de la Cepal, señaló que América Latina y el Caribe están en un contexto desafiante, con años de bajo crecimiento y encaminados a una nueva década perdida.
Nuestros países, dijo, deben enfrentar problemas mundiales como la revolución tecnológica y el cambio climático, hacerse cargo de las desigualdades acumuladas durante décadas y la importancia de las políticas públicas de género y desarrollo sostenible.
Para este año las proyecciones de la Cepal indican un pobre crecimiento del Producto Interno Bruto regional de 1,7 puntos y en 2024 será de 1,5, tasas consideradas como muy bajas.
Como consecuencia, Titelman afirmó que el número de personas con empleo crecerá en 2023 apenas en 1,9 por ciento, comparado con el alza de 5,3 del año pasado.
De acuerdo con el especialista, en las contracciones del mercado laboral las mujeres siempre llevan la peor parte porque son las primeras en perder sus puestos o caer en el sector informal de la economía, donde son la mayoría.
En términos de pobreza, ésta afecta en la región a unos 201 millones de personas, y la pobreza extrema involucra a 82 millones, con mayor efecto negativo en mujeres jóvenes y pertenecientes a comunidades indígenas y afrodescendientes.
Por su parte María Noel Vaeza, directora general para América Latina y el Caribe de ONU-Mujeres, reclamó cambios legislativos y presupuestarios con el propósito de avanzar en las tareas por la igualdad de género.
Este año, informó, el cálculo de lo necesario para este objetivo es de 350 millones de dólares, una cifra infinitamente inferior a lo gastado en todo el mundo en armas y conflictos bélicos.
La presidenta de la Conferencia Regional, Ayelen Mazzina, ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad de Argentina, hizo referencia al papel femenino en las tareas de cuidados y otras labores domésticas no remuneradas donde ellas participan mucho más que los hombres.
También mencionó las peligrosas corrientes políticas antidemocráticas que en su país y otras naciones del área amenazan los avances en materia de equidad y justicia.
Mientras discutimos cómo lograr un desarrollo con inclusión, esas fuerzas niegan la desigualdad de género, ocultan que en nuestra región hay millones de madres cuidando solas a sus hijos y pretenden ignorar la existencia del acoso y la discriminación laboral, denunció Mazzina.
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