El representante permanente alterno de la isla ante la ONU, Yuri Gala, recordó que la promoción y protección de todos los derechos humanos deben guiarse por los principios de imparcialidad, objetividad y no selectividad, y el espíritu de diálogo y cooperación.
El sistema de estos en Naciones Unidas, incluyendo la Oficina del alto comisionado, debe contribuir al abordaje de esta cuestión sobre bases objetivas, imparciales y no discriminatorias, de lo contrario, se deslegitimaría, aseguró.
La Oficina podría brindar un aporte superior en favor de la realización del derecho al desarrollo; y en visibilizar más el negativo impacto que sobre los derechos humanos tienen las medidas coercitivas unilaterales, que violan la Carta y el derecho internacional.
El diplomático cubano recordó el bloqueo impuesto por Estados Unidos a su país como un claro ejemplo de esto.
Esa política constituye una violación masiva, flagrante y sistemática de los derechos humanos de los cubanos, y nos impide contar con los recursos necesarios para continuar avanzando en la promoción y protección de estos, recalcó.
Además, representa el principal obstáculo al desarrollo del país caribeño, dijo Gala.
El embajador cubano reiteró la disposición de su nación para continuar fortaleciendo la tradicional cooperación con su Oficina al tiempo que ratificó el apoyo al mandato del alto comisionado.
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