Bajo el llamado a marchar “contra la austeridad, por un salario digno y la igualdad de mujeres y hombres”, los organizadores esperan que cientos de miles de personas vuelvan a las calles y a la huelga en sectores como el transporte, la salud, la educación y la función pública.
En esta capital, los manifestantes partirán de la plaza Italia con destino a la plaza Vauban, trayecto en el que las fuerzas del orden prevén la habitual presencia de grupos violentos, en particular el “Bloque Negro”, ajenos a las reivindicaciones de los trabajadores y de otros participantes.
La jornada fue anunciada desde hace semanas por la intersindical, un movimiento que agrupa a los principales sindicatos del país, entre ellos la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), la Confederación General del Trabajo (CGT) y Fuerza Obrera (FO).
Esas organizaciones protagonizaron alrededor de una quincena de protestas nacionales en rechazo a la reforma de la jubilación y su extensión de la edad de retiro de 62 a 64 años, norma que entró en vigor el 1 de septiembre.
El contexto de la movilización está marcado por el aumento galopante del costo de la vida en Francia, con una inflación interanual que cerró septiembre en un 4.9 por ciento.
Según la CGT, son muchas las razones para protestar el viernes, “porque todo aumenta menos los salarios”, las mujeres siguen ganando menos que los hombres, los servicios públicos son “una agonía” y la reforma de retiro es injusta.
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