En la sureña ciudad de Tiro, el movimiento Amal organizó una actividad en solidaridad con los combatientes y el pueblo palestinos, que resisten los embates de la agresión del Ejército de Tel Aviv.
Los oradores puntualizaron que la región atraviesa una fase excepcional cuyo título es resistencia, enfrentamiento y poner fin al régimen sionista, tras 75 años de ataques, ocupación y violaciones.
Miembros de Fatah, Hamas, Hizbulah y Amal coincidieron que los combatientes de la resistencia están en constante preparación y afrontando con gran responsabilidad a las fuerzas israelíes, junto con los pueblos libres de la región.
En la capital, los comités de trabajo de los campamentos de refugiados celebraron una jornada de manifestación en apoyo a la operación de la resistencia palestina Diluvio de Al-Aqsa.
Al respecto, el director del Centro de Mártires de Al-Aqsa en el campamento de Burj al-Barajneh, Abu Omar, enfatizó que Gaza trazó el camino de la nación y mantiene su firmeza contra el enemigo ocupante. Por su parte, el miembro de la dirección política del movimiento Hamas en Líbano, Mashhour Abdel Halim, significó que quien respalda a Palestina apoya la verdad, al puntualizar la unidad del pueblo y de todos los grupos de resistencia en la confrontación.
En este contexto, el responsable de Relaciones Políticas del Frente Popular para la Liberación de Palestina aquí, Abdullah Al-Dannan, condenó la ayuda estadounidense al enemigo sionista y saludó las voces lanzadas desde Líbano, Jordania, Yemen, Siria y todo el mundo.
Con anterioridad, el expresidente de la República Libanesa Michel Aoun (2016-2022) indicó que no habrá paz, estabilidad ni prosperidad en la región mientras continúe la opresión y el saqueo del pueblo palestino.
El exmandatario y fundador de la Corriente Patriótica Libre denunció que el enfoque israelí, basado en el despotismo, la privación de derechos, el desplazamiento y la violación de resoluciones y convenciones internacionales, sólo conducirá a más guerras.
Líbano y la región viven jornadas de tensión después del lanzamiento el pasado sábado de la operación Diluvio de Al-Aqsa, una respuesta de la resistencia palestina contra las prácticas genocidas israelíes.
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