Análisis recientes mostraron un debilitamiento significativo del monzón del suroeste en los últimos días, afirmó en un comunicado la Administración de Servicios Atmosféricos, Geofísicos y Astronómicos de Filipinas (Pagasa).
Además, el fortalecimiento del sistema de alta presión sobre el este de Asia provocó un cambio gradual en los patrones climáticos, añadió Pagasa.
El monzón del suroeste, que provoca lluvias en la parte occidental del país, suele durar de junio a septiembre y se caracteriza por vientos cálidos y húmedos.
Según datos meteorológicos, el final de la temporada de monzones del suroeste significa que el país “se encuentra ahora en una transición gradual” hacia la temporada de monzones del noreste, que podría comenzar en las próximas semanas.
El monzón del noreste suele durar de octubre a febrero o marzo y trae consigo aire fresco y seco a Filipinas y también puede provocar lluvias en la parte oriental del país.
Pagasa recordó, que el fenómeno de El Niño persiste y se espera que se vuelva fuerte más adelante en el año.
Es probable que los efectos de El Niño se sientan entre el cuarto trimestre de 2023 y el primer trimestre de 2024.
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