La semana pasada, la Corte Constitucional destituyó a Alembert Vera, quien se desempeñaba como presidente de esa entidad, acusado supuestamente de desacatar un dictamen previo del organismo judicial.
Para entender qué hay detrás de esas polémicas, Prensa Latina conversó con Augusto Verduga, uno de los nueve integrantes de ese organismo, que fueron electos por votación popular en febrero de este año.
El Cpccs es una institución sui generis de América Latina y el mundo, forma parte desde 2008 del diseño institucional que tiene el Estado ecuatoriano y deja de lado esa división tripartita tradicional del poder en tres funciones, explicó Verduga.
El joven abogado detalló que en el caso ecuatoriano hay, además del ejecutivo, el legislativo y el judicial, dos poderes más, que son la función electoral y la de transparencia y control social, a la cual pertenece el Cpccs y otras instituciones.
Según mencionó, entre las misiones del organismo están básicamente la lucha contra la corrupción, la participación ciudadana y el control social permanente de los gobiernos locales, y -la más disputada y cuestionada- es la designación de más de 70 autoridades de las más altas esferas.
“Eso suena bastante rentable para ciertos partidos y movimientos políticos y por eso es que siempre ha habido intentonas de cooptar al Cpccs, porque el poder no solo está en la Presidencia o en la Asamblea Nacional, sino también en la atribución de nombrar autoridades”, señaló el actual consejero.
En su opinión, esa función “pareciera ser la gran causa de todos los males” e incluso recordó a una asesora del presidente Guillermo Lasso, que catalogó al Cpccs como una suerte de “engendro constitucional”.
Yo no creo tal cosa, pienso que el Cpccs ha sido tomado por ciertas fuerzas políticas y no se ha entendido realmente el verdadero rol que cumple en el fortalecimiento de la fiscalización de la política pública por parte de la ciudadanía, manifestó.
Verduga aseguró que la entidad tiene una incidencia directa en la vida cotidiana de las personas, pero los medios de comunicación masiva lo que han querido posicionar es esa atribución de designar autoridades, la cual en su opinión no es ni siquiera la más importante.
Sobre lo ocurrido con el destituido presidente del Cpccs, Alembert Vera, consideró que paradójicamente de lo que muchos piensan, pudiera influir a favor de la candidatura de Luisa González, del movimiento Revolución Ciudadana (RC), que lidera el expresidente Rafael Correa.
La narrativa mediática asocia a los consejeros que tenemos posturas de izquierda con esa organización política y nos ponen el rótulo de correístas, como si eso fuera una ofensa, apuntó el jurista al recordar que Vera fue abogado de Correa y, por tanto, asociado a la RC.
La justificación para sacar a Vera del cargo fue que la institución convocó a una veeduría ciudadana para revisar la designación de los jueces constitucionales, nombrados durante la gestión de un Cpccs transitorio, liderado por Julio César Trujillo.
Vera alegó que su decisión respondió a una orden judicial y no fue una iniciativa suya, pero eso no fue suficiente para frenar su destitución.
Haber descabezado al Cpccs, cuyo líder era vinculado con esa fuerza política, va a poner de manifiesto una vez más la persecución hacia los correístas y la RC, lo cual puede beneficiar a González en su candidatura presidencial, consideró.
Respecto al futuro del Cpccs, Verduga señaló que un nuevo Gobierno pudiera incidir en su mejor funcionamiento, el presupuesto asignado ahora es mucho menor al de hace unos años y eso impide contratar personal para garantizar en las provincias una verdadera participación ciudadana.
Es decidor para el futuro inmediato inmediato del Consejo el proceso electoral del próximo domingo, aseveró con la esperanza de que si gana González cumpla, como dijo en el debate, la entrega de recursos para fortalecer el organismo.
Además, lamentó cómo la derecha de este país siempre ha estado volcada de restringir la participación y creen que “la chusma” está tomando algo supuestamente de ellos, “les fastidia mucho la fiscalización ciudadana”.
Hemos venido al Consejo para darle poder y prestigio plebeyo a la institución, para devolverle la capacidad de ser la caja de resonancia de las masas populares, aunque eso le molesta mucho a la derecha ecuatoriana, subrayó.
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