En total, son más de 409 mil los migrantes habilitados para ejercer el sufragio en 97 zonas de tres circunscripciones, pero debido a la diferencia de hora, las votaciones del otro lado del mundo ya iniciaron.
El sufragio tendrá lugar de las 09:00 a as 19:00, conforme al huso horario de cada país.
El vicepresidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Enrique Pita, agradeció la ayuda del Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana para concretar la llegada del material electoral, así como la preparación de las sedes a donde acudirán los ciudadanos.
“Acudir a las urnas es una obligación de todos los ecuatorianos. Es un deber que todos tenemos, los que viven afuera y los que viven en el país, precisamente con nuestras familias y con el futuro de nuestro país”, expresó Pita.
Lamentó que por problemas logísticos y políticos no puedan efectuarse las elecciones en Israel, Rusia, Belarús y Nicaragua.
Luego de que en la primera vuelta, el pasado 20 de agosto, fallara el sistema de votación telemática, en esta oportunidad los ecuatorianos en el extranjero votarán para elegir al presidente entre Luisa González, de la Revolución Ciudadana, y Daniel Noboa, de la alianza Acción Democrática Nacional. También recibirán otras dos papeletas para escoger legisladores que representen a los migrantes y a los asambleístas nacionales.
Desde este jueves comenzó en el territorio nacional la votación anticipada para reclusos sin sentencia firme, y el viernes ejercieron su derecho al voto ancianos y personas con discapacidad física, a quienes se les llevaron las papeletas a sus hogares.
Noboa y González se enfrentarán este domingo 15 de octubre en un balotaje sobre el cual, hasta ahora, los expertos no se atreven a vaticinar un claro ganador, mientras algunas encuestas apuntan a un empate técnico.
Para la socióloga y comunicadora Irene León, el momento electoral se presenta como un camino sin retorno, pues están en juego los compromisos geopolíticos, socioeconómicos y estratégicos que forman parte de la agenda neoliberal, frente a la cual Revolución Ciudadana antepone un proyecto de soberanía y bien común.
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