Bogdanov precisó a la agencia de noticias Sputnik que los contactos con el movimiento palestino Hamas tendrán relación con el tema de la liberación de los rehenes que permanecen en cautiverio.
El 7 de octubre, Hamas lanzó miles de cohetes desde la Franja de Gaza en un ataque sin precedentes e infiltró decenas de milicianos armados en las zonas fronterizas del sur de Israel.
Tel Aviv declaró el estado de guerra y movilizó 300 mil reservistas y lanzó varias oleadas de ataques aéreos sobre Gaza y prepara una ofensiva terrestre.
El 9 de octubre, Israel impuso un bloqueo total al enclave palestino, cortando los suministros de electricidad, combustible, alimentos y agua, y el 13 instó a los civiles residentes en la ciudad de Gaza a desplazarse al sur de la Franja hasta nuevo aviso, por su propia seguridad.
Según la ONU, ese traslado afectará a unos 1,1 millones de personas y podría acarrear consecuencias humanitarias devastadoras.
Las hostilidades causaron hasta la fecha más de tres mil muertos y 10 mil heridos, según las autoridades médicas palestinas e israelíes.
Además, la nueva espiral del conflicto ha desplazado a unos 339 mil gazatíes hasta ahora, según un informe publicado por la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios.
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