En un acto político, el exministro subrayó: «destruir una ciudad entera y matar a sus niños y ancianos no es heroísmo ni victoria, sino terrorismo y una terrible derrota para Israel y quienes lo apoyan».
A propósito, Bassil enfatizó que el gobierno de Tel Aviv cree que a través de la injusticia, la brutalidad y la fuerza militar excesiva, se le garantizará tranquilidad y seguridad.
«Haga lo que haga la entidad israelí, no podrá borrar la derrota que sufrió en Gaza hace unos días», resaltó el diputado, a la luz de la operación Diluvio de Al-Aqsa de la resistencia palestina.
En otro momento de su discurso y en medio de la tensión en la frontera sur del país, el líder de la fuerza cristiana apuntó que «quienes apuestan por una invasión israelí al Líbano aguardarán mucho tiempo por algo que no volverá a suceder».
Sobre este tema, indicó que Israel se regocijó con la victoria decenas de veces pero ya no conoce más el sabor del triunfo desde que lo derrotó la resistencia de Líbano en el 2000.
En este sentido, puntualizó que el ente probó el fracaso en 2006 en el sur libanés y varias veces en Gaza desde 2008; en tanto, tuvo su mayor derrota hace unos días.
Bassil reiteró la preocupación por defender el derecho a las fronteras libanesas; al tiempo que, precisó «el pueblo palestino tiene derecho a su tierra y al respeto de la dignidad humana».
«No hay paz con Israel sin las Granjas de Shebaa, el Golán sirio y el regreso de los refugiados palestinos», manifestó.
La frontera sur de Líbano es testigo del mayor intercambio desde el comienzo de la operación Diluvio de Al-Aqsa el 7 de octubre, tras el lanzamiento de misiles antitanque desde suelo nacional hacia instalaciones militares israelíes.
En este contexto, la Resistencia islámica libanesa respondió al persistente bombardeo israelí a localidades del sur del país con el ataque a varias de sus posiciones y la desactivación de las cámaras y equipos técnicos en el muro fronterizo del asentamiento de Al Motila.
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