La cifra de afiliados creció con la incorporación la víspera de otros 13 grupos, entre ellos el Proyecto Hatuey, el Comité de Acción Antiimperialista, la Coalición Alianza Martiana y el Comité de Cleveland Manos fuera de Cuba, lo que le da a la NNOC también un carácter diverso.
Con sede en la Universidad de Massachusetts, en Boston, la reunión ha sido, como planteó el joven Joshua Parks a Prensa Latina, un momento para elaborar y planificar estrategias en torno al trabajo solidario.
Según comentó, eventos como este demuestran que «hay oposición a la política de genocidio de Estados Unidos contra Cuba».
Por su parte, Anthony Walsh, estudiante de Ciencias Políticas de esta institución docente agradeció esta posibilidad de acercarse a Cuba, un país que aprendió a amar en la distancia desde que, siendo aún niño, encontró entre las pertenencias de su mamá la imagen del guerrillero argentino cubano Ernesto Che Guevara.
El millón de firmas contra el bloqueo como parte de la campaña Dejen vivir a Cuba y la convocatoria del próximo tribunal internacional que sesionará en Bruselas, Bélgica, para denunciar esa política hostil hacia la nación caribeña, son algunas de las iniciativas que compartieron aquí los delegados.
Realizaron igualmente debates en comisiones sobre juventud, trabajadores y medios sociales, y eligieron la directiva de NNOC, en la que continúan como copresidentas Cheryl LaBash, Shaquille Fontenot y Calla Walsh; además, se sumaron en similar función Tim Rupprecht y César Sánchez.
La NNOC (National Network on Cuba) tiene claro su objetivo: exigir la eliminación de Cuba de la lista de patrocinadores del terrorismo y el fin del bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba.
Los participantes en el encuentro disfrutaron anoche la proyección de un documental del medio de prensa estadounidense Belly of the Beast, realizado por la periodista cubana Liz Oliva, que intenta un acercamiento a la política de Washington hacia su vecino.
Al término de la presentación del audiovisual, Oliva comentó a Prensa Latina que nunca imaginó el impacto que tendría esta investigación periodística.
Filmado en Washington DC y en Nueva Jersey, esta nueva entrega da seguimiento a la primera docuserie de 2020-2021, La guerra contra Cuba, ganadora hace dos años del premio en la categoría de Reportajes Populares otorgado por la organización One World Media con sede en Londres.
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