Con más del 90 por ciento de las actas contabilizadas por el Consejo Nacional Electoral (CNE), el candidato de la alianza Acción Democrática Nacional, e hijo de uno de los empresarios más ricos de la nación, acumulaba el 52,21 por ciento de los votos válidos.
Mientras, su contendiente en las urnas, la representante del movimiento de izquierda Revolución Ciudadana (RC), Luisa González, alcanzaba 47,79 puntos porcentuales.
El triunfo impactó a los sectores que depositaron en la RC, liderada por el expresidente Rafael Correa, la esperanza de retomar un rumbo progresista para la nación, que además de la ola de violencia, sufre problemas en la economía.
“Esta vez no lo logramos. Enfrentamos poderes enormes. Hasta se asesinó a un candidato para evitar nuestra victoria. La traición de Lenín Moreno sigue causando estragos, pero que nadie dude que, al final, Ecuador volverá a la senda del desarrollo e integración latinoamericana”, expresó Correa.
No obstante, la propia González ofreció al mandatario electo que podía contar con la RC para reconstruir el país, aunque enfatizó que sus votos en la Asamblea Nacional no aceptarían propuestas como la privatización de la salud o la educación.
El periodista ecuatoriano Orlando Pérez llamó a la reflexión con vistas a 2025, cuando tendrá lugar el próximo proceso electoral al advertir que las provincias donde ganó Noboa son prácticamente las mismas donde triunfó Guillermo Lasso en 2021.
Antes de este balotaje, analistas y políticos de izquierda alertaron que Noboa sería continuidad de Lasso, un banquero que llegó al poder e impulsó un proyecto neoliberal, beneficioso para grupos empresariales y banqueros.
Ahora la expectativa es que Noboa, a pesar de sus orígenes y haber nacido en cuna de oro, cumpla lo que prometió en campaña, sobre todo frenar la violencia y aumentar las ofertas de empleo.
El heredero millonario recibe un país estancado en lo económico, con deudas cuantiosas a organismos financieros internacionales, y en el que se han vuelto comunes los motines en las cárceles, la aparición de cadáveres desmembrados, los asesinatos a manos de sicarios y otros delitos.
Solo tendrá 16 meses, desde diciembre de este año hasta mayo de 2025, para enfrentar esos desafíos, aunque él mismo ha dicho que se postulará nuevamente en la venidera contienda electoral.
En un breve pronunciamiento desde su vivienda en la provincia costera de Santa Elena, agradeció a Dios, a su madre, a su esposa y a quienes formaron parte de un proyecto que calificó como “nuevo, joven e improbable”, destinado a devolverle paz, educación, salud y empleo a los ecuatorianos.
El próximo inquilino del Palacio de Carondelet prometió un cambio, pero ¿será diferente al banquero Lasso? Ecuador lo sabrá en los próximos meses.
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