Se trata de un récord en el ingreso de inmigrantes a las costas españolas que supera incluso a su antecedente mayor en la llamada crisis de los cayucos de 2006 que se apoderaron de la Ruta Canaria entonces.
En total, del 1 de enero al 15 de octubre del presente año, arribaron al archipiélago 23 mil537 migrantes, cifra que supera la de 2020 (23.271). Entre ellos se contabilizan a tres mil 800 menores y numerosas mujeres embarazadas, en su mayoría de Senegal.
El viceconsejero de Presidencia del Gobierno de Canarias, Alfonso Cabello, admitió en rueda de prensa que la cantidad de menores no acompañados es elevada y remarcó que la comunidad autónoma «no puede seguir acogiendo a este ritmo y con esta intensidad».
Valoró de forma positiva que otras comunidades autónomas de España aceptaran la semana anterior el reparto de 347 de los jóvenes, aunque solo en este periodo llegaron 500 más.
El ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, se reunió hoy con el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, de la que se espera acuerdos para paliar la situación de los menores, aumentar el respaldo logístico a las islas y, sobre todo, que se ofrezcan soluciones estables y duraderas.
La llamada Ruta Canarias, considerada una de las más peligrosas en Europa, no dejó de afrontar un flujo incesante de cayucos enfocado en las islas de El Hierro y Tenerife y con varias embarcaciones que superaban los 200 tripulantes.
En una reciente cumbre informal de líderes de la UE, el bloque comunitario delineó un plan por consenso, con la negativa de Polonia y Hungría, para manejar la crisis migratoria de un modo diferente.
Sin embargo, los resultados concretos no aparecen en el horizonte cercano y si bien el Gobierno de España afirma que cuentan en Canarias con recursos de acogida humanitaria, el panorama es gris.
El tema se ha acentuado con el conflicto entre Israel y Hamas que afecta directamente a millones de palestinos y ciudadanos de países del Medio Oriente.
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