La causa palestina y la lucha por la libertad marcan su vida, ella es un ejemplo de los más de 200 mil refugiados acogidos por Líbano tras el desplazamiento forzado israelí en 1948.
Sus abuelos fueron obligados a abandonar su tierra, los tíos paternos cayeron en el enfrentamiento a la ocupación británica y ella como el resto de la familia defiende desde la militancia la opción de la resistencia para alcanzar la soberanía.
«Combatir al ente israelí, exigir nuestros derechos y reclamar un mundo mejor es algo con lo que crecí y que defenderé hasta mis últimos días», expresó a Prensa Latina.
Hasna nunca vio, ni pisó suelo palestino; sin embargo, no puede callar ante la complicidad internacional y sus palabras condenan más de siete décadas de crímenes, violaciones y genocidio israelí.
Con un pulóver con la imagen del Che, y la kufiya (pañuelo) palestina llegó este miércoles a la Embajada de Cuba en Líbano, su puesto de trabajo desde hace cinco años, donde además laboran otros palestinos.
«Las imágenes de ayer en el hospital son muy tristes, confirman la brutalidad de este enemigo, hasta cuándo los países lo permitirán, cada niño muerto, combatiente caído es como un hijo o un familiar, basta de acusarnos de terroristas, tenemos derecho a defendernos», comentó.
Para ella, todos los movimientos de resistencia representan a la nación árabe, no hay distinción entre Hamas, Yihad, Frente Democrático y Popular, todos son un orgullo y un honor para los palestinos.
Los estados tienen que unirse, Israel no puede continuar con su genocidio, no somos bestias, hasta cuándo seguiremos humillados, Palestina merece ser libre y soberana, manifestó.
El sueño del retorno acompaña a Hasna, quien juró que un día no muy lejano volverá a Palestina para sentir el sabor inigualable de sus aceitunas y dátiles y pisar la tierra que hoy tapa a miles de mártires.
Anoche, una incursión israelí contra el Hospital Bautista mató a más de 500 palestinos de Gaza, de acuerdo con cifras preliminares del Ministerio de Salud.
Desde el pasado 7 de octubre, las fuerzas israelíes han asesinado a más de tres mil civiles, el 70 por ciento de los cuales eran niños y mujeres, además de destruir barrios residenciales enteros y 120 mil viviendas.
Según un reporte del Observatorio Euromediterráneo de Derechos Humanos, un cifra superior a las seis mil bombas lanzó el gobierno de Tel Aviv sobre Gaza, el equivalente a un cuarto de la bomba nuclear.
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