Durante una rueda de prensa celebrada aquí, la funcionaria denunció que la situación en ese enclave costero se volvió catastrófica.
En ese sentido, advirtió que los cortes del servicio de agua y el deterioro del sistema de alcantarillado aumentan los riesgos de propagación de enfermedades transmisibles.
Al-Kaila acusó a la vecina nación de violar las leyes humanitarias internacionales al atacar al personal médico y centros de salud.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) reclamaron este miércoles la entrada urgente de productos de primera necesidad a ese territorio para evitar una catástrofe humanitaria.
“La situación en Gaza se está saliendo de control. Cada segundo que esperamos para recibir ayuda médica, perdemos vidas”, escribió en X el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
En la misma red social, el PMA instó a las partes en conflicto a no atacar a los civiles.
Reclamamos la protección de las infraestructuras esenciales como hospitales y sitios de distribución de alimentos, señaló la entidad, horas después de una explosión que sacudió a un centro médico en Gaza, y causó cientos de muertos y heridos.
“Hacemos un llamamiento para que los civiles puedan acceder a los puntos y servicios de entrega humanitaria”, destacó.
Tras el inicio del nuevo ciclo de violencia, el 7 de octubre, Israel decretó un bloqueo total contra el enclave costero, que incluyó la prohibición de entrada de alimentos y medicinas, así como el fin de los suministros de combustible, agua y electricidad.
Más temprano, la Cancillería palestina demandó al Consejo de Seguridad de la ONU adoptar medidas prácticas para detener la agresión israelí en lugar de “diagnosticar las dimensiones de la catástrofe humanitaria en la Franja de Gaza” o lanzar llamamientos.
El Ministerio de Relaciones Exteriores y Expatriados pidió “una postura internacional valiente alineada con los principios de los derechos humanos” para obligar ese país a detener sus ataques y abrir corredores humanitarios.
mem/rob