Las fuentes indicaron que varios proyectiles impactaron contra el campo petrolífero de Al-Omar en el norte de la provincia oriental de Deir Ezzor, donde se encuentra la mayor base del Pentágono en el país.
Otra acción dejó provocó una explosión en un gasoducto que usan los uniformados norteamericanos y su milicia mercenaria Fuerzas Democrática de Siria (FDS) para robar el gas sirio en la planta de Kónico, tomada también por Washington como base para sus tropas en la misma gobernación de Deir Ezzor.
Los activistas agregaron que los militares de Estados Unidos y su milicia títere FDS se movilizaron tras el ataque mientras helicópteros y drones sobrevolaron la zona y sus alrededores.
La víspera, la autodenominada Resistencia Islámica en Iraq reivindicó dos bombardeos con drones y cohetes contra dos enclaves ilegales de Estados Unidos en la región de Tanef, en el este de Siria, y en el campo petrolero de Al-Omar.
Estos ataques ocurren en medio de una escalada israelí contra los palestinos en la Franja de Gaza y después del envío de dos portaaviones por parte de Estados Unidos al mar Mediterráneo oriental, en medio de alertas sobre la regionalización del conflicto.
Washington mantiene una quincena de bases en territorio sirio sin el consentimiento del Gobierno de Damasco ni la aprobación de las Naciones Unidas.
Siria denunció repetidamente esta presencia, la que calificó de ocupación y aseguró que la actuación de los militares estadounidenses en Siria incentiva la actividad terrorista y apunta a desestabilizar el país y saquear sus riquezas.
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