A través de un comunicado, el movimiento Hizbulah en Líbano confirmó las acciones a los sitios israelíes en Jal al-Alam, al-Bahri, Zarit y Shomera Barracks, en el sur de la nación.
La Resistencia libanesa también atacó una torre de vigilancia en Habd Al-Bustan y las posiciones militares Al Raheb y Tallet al-Abad, este último en las cercanías de la localidad fronteriza de Hula.
En este contexto, las Brigadas Al-Qassam, ala militar de Hamas, anunciaron el lanzamiento de 30 cohetes desde el sur libanés hacia los asentamientos de Nahariya y Shlomi, en Galilea, en los territorios ocupados israelíes.
De acuerdo con el canal panárabe Al Mayadeen, una explosión se produjo ayer en las proximidades del sitio militar estadounidense Victoria, cerca del aeropuerto de Bagdad, en Iraq.
Por segunda jornada consecutiva, la Resistencia iraquí se atribuyó la responsabilidad de atacar con misiles a las fuerzas estadounidenses en la base Ain al-Assad.
Un día antes, el portavoz de Hizbullah-Iraq, Jaafar al-Husseini, anunció en una entrevista con Al Mayadeen que la resistencia entró en el campo de batalla y dirigirá sus ataques contra bases norteamericanas.
Al mismo tiempo, fueron reportadas otras explosiones en el yacimiento petrolífero de Al-Omar y en el conducto de gas de Koniko, en zonas bajo ocupación de Estados Unidos, en Deir Ezzor, Siria.
En este contexto, agencias extranjeras reflejaron que un buque de la Armada estadounidense interceptó varios misiles disparados contra él frente a la costa de Yemen.
Mediante una declaración, el jefe del Buró Político de Hamas, Ismail Haniyeh, confirmó que la resistencia palestina todavía controla el ritmo de la batalla, a pesar de la brutalidad y los crímenes israelíes.
En esta línea de pensamiento, el canciller iraní, Hossein Amir Abdullahian, subrayó que la región está sobre un polvorín y podría explotar y las cosas salirse de control en cualquier momento.
Antes de abandonar la ciudad de Jeddah, tras la reunión de emergencia de la Organización de Cooperación Islámica, el titular caracterizó de irónica la postura del presidente estadounidense, Joe Biden, al encubrir los crímenes israelíes en la Franja de Gaza.
La víspera, Biden alegó que Washington y sus aliados trabajan para crear un futuro mejor para Medio Oriente y pedirá al Congreso asumir un compromiso sin precedentes con la seguridad de Israel para garantizar una gran superioridad militar.
El 7 de octubre pasado, la resistencia palestina lanzó la Operación Diluvio de Al Aqsa, una respuesta a más de siete décadas de desplazamiento, ocupación, asedio, masacres y brutalidad de Tel Aviv. npg/yma