El mandatario entrante -que podría tomar posesión el próximo mes de noviembre- sostuvo el martes un encuentro con el jefe del Ejecutivo saliente, Guillermo Lasso, en el Palacio de Carondelet, reunión a la que Noboa asistió con un equipo entre quienes estaba el exvicepresidente Alberto Dahik.
Esa figura no trajo buenos recuerdos a los ecuatorianos por su pasado de acusaciones de corrupción e impulso a las privatizaciones y, por tanto, causó polémica en redes, donde usuarios afirmaron que el nuevo presidente ya no puede ocultar sus intenciones conservadoras y neoliberales.
Como resultado de la cita, Lasso y Noboa coordinaron el inicio de la transición presidencial y el gobernante entrante solicitó una reunión del Consejo de Seguridad Pública y del Estado.
«El objetivo es comenzar a restituir la paz a las familias ecuatorianas», afirmó el joven, que alcanzó la victoria en las urnas el 15 de octubre con el 51,83 por ciento de los votos, según cifras del Consejo Nacional Electoral tras finalizar el conteo en las 24 provincias del país.
El próximo inquilino de Carondelet recibió demandas de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), organización que le pidió evitar en su nuevo gobierno un “paquetazo neoliberal” o medidas económicas antipopulares.
Los retos del próximo inquilino del Palacio de Carondelet no se centran solamente en el ámbito de la seguridad, donde plantea implementar el denominado Plan Fénix, sino también en cuanto a salud, educación y empleo.
Además, deberá enfrentar la crisis del sector eléctrico, luego de que el jueves pasado el Gobierno decretara emergencia ante la ausencia de lluvias para la generación hidroeléctrica y el alza de los precios de la venta de energía por parte de Colombia.
Por el momento, Noboa salió de viaje a España e Italia y ya se reunió con miembros de la Secretaría General Iberoamericana (Segib) y con representantes de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), indicaron medios locales.
El sucesor de Lasso tendrá un breve mandato de aproximadamente un año y medio, pues solamente completará el periodo 2021-2025 que debía haber culminado el actual presidente si no hubiera aplicado en mayo pasado la «muerte cruzada» en medio de un juicio político en su contra.
Noboa ganó el balotaje frente a la propuesta de izquierda de la candidata Luisa González, de la Revolución Ciudadana, que contó con 48,17 por ciento del apoyo popular.
El movimiento liderado por el expresidente Rafael Correa estuvo esta semana también envuelto en polémicas de supuestas fracturas, sobre todo luego de la renuncia de Marcela Aguiñaga como presidenta de la organización, pero sus militantes han desmentido la presunta “ruptura interna”.
mem/avr