Según un comunicado de prensa de la Casa Blanca, Biden conversó con su Santidad sobre “los últimos acontecimientos en Israel y Gaza”, al tiempo que reiteró su condena al ataque del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas), el pasado 7 de octubre a territorio israelí.
El mandatario calificó de “bárbaro” el ataque contra civiles israelíes y también “la necesidad de proteger a los civiles en Gaza”, lo cual resulta paradójico cuando sigue su férreo respaldo a Tel Aviv.
En 16 días de bombardeados indiscriminados, el Ejército de Israel provocó la muerte en la Franja de Gaza de cuatro mil 651 palestinos, incluidos mil 873 menores de edad, por los bombardeos iniciados hace 16 días contra el territorio.
El texto mencionó también la visita relámpago que hiciera el gobernante a Tel Aviv, “sus esfuerzos para garantizar la entrega de alimentos, medicinas y otra asistencia humanitaria para ayudar a aliviar la crisis humanitaria en Gaza”, que provocó su aliado en ese enclave costero.
Tras el ataque de Hamas, Israel no solo le declaró la guerra a ese grupo, sino que decretó un bloqueo total a Gaza, privando a sus habitantes de agua, alimentos, electricidad y medicamentos; además, amenazó con una incursión terrestre.
Aunque Biden dijo al Papa que quiere la paz, la víspera el Pentágono activó sus sistemas de defensa aérea en toda la región de Medio Oriente y alertó sobre el posible despliegue de fuerzas adicionales, un peligroso paso en esa volátil parte del mundo.
El secretario norteamericano de Defensa, Lloyd Austin, afirmó en un comunicado que las medidas fueron en respuesta a las «recientes escaladas de Irán y sus fuerzas proxy en todo el Medio Oriente», pero no especificó cuántas tropas estadounidenses más se desplegarían allí.
Austin señaló que sostuvo “conversaciones detalladas” con Biden sobre este asunto y por eso ordenó “una serie de medidas adicionales para reforzar aún más la posición del Departamento de Defensa en la región”.
Indicó que reorientó el traslado del grupo de ataque del portaaviones USS Dwight D. Eisenhower a la zona de responsabilidad del Mando Central, el cual se suma al del USS Gerald R. Ford, que actualmente opera en el Mediterráneo oriental.
También se activó el despliegue de una batería de Defensa Área, así como de batallones Patriot adicionales, subrayó.
Austin añadió que “por último, he dado órdenes de preparación para el despliegue a un número adicional de fuerzas, en el marco de una prudente planificación de contingencias”.
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