“Viene del interior, con gente auto-radicalizada que pasa a la acción”, subrayó al semanario Le Journal du Dimanche, en un contexto marcado por el nivel de “urgencia atentado”, declarado el 13 de octubre tras el asesinato del profesor Dominique Bernard en la norteña ciudad de Arras durante un ataque con cuchillo de un individuo seguido por fundamentalismo islámico.
Darmanin consideró importante mantener la vigilancia, bajo el argumento de que no debe ignorarse lo que ocurre en el Levante y en Afganistán, donde «las células terroristas se reconstituyen».
Sin embargo, precisó que de momento no existe una amenaza específica sobre el territorio francés. De acuerdo con el ministro, la situación de la escalada del conflicto palestino-israelí representa un riesgo, por lo que insistió en definir como “muy fuerte” la amenaza interna.
En los últimos días se ha registrado en Francia una ola de llamadas sobre alerta de bomba, que ha obligado a evacuar aeropuertos y sitios turísticos, en particular el Palacio de Versalles, situado en las afueras de esta capital.
Versalles fue evacuado hoy por séptima vez en ocho días, y anunció en su cuenta de la red social X que reabrirá sus puertas después de las verificaciones de seguridad.
Respecto a la nueva ley de Inmigración, cuyo proyecto será analizado en los próximos días por el Parlamento, Darmanin aseveró que “No existe ninguna cuestión tabú sobre si será eficaz para proteger a los franceses”.
La víspera, el titular del Interior informó que desde el comienzo del año, 89 individuos “radicalizados” fueron expulsados del país, ocho de ellos el mes pasado.
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