Durante una conferencia de prensa aquí, la funcionaria denunció los bombardeos contra civiles y sus hogares, así como los ataques contra trabajadores del sector de la salud.
También criticó el bloqueo total impuesto por ese país contra enclave costero, donde viven 2,3 millones de personas.
Israel cortó los suministros de combustible, agua, alimentos, electricidad y medicina el 7 de octubre último, tras un ataque de Hamas que causó unos mil 400 fallecidos del otro lado de la frontera.
Abu Ghazaleh alertó sobre la grave situación humanitaria que sufre la población de Gaza y advirtió que crece el descontento en el mundo árabe y musulmán.
La funcionaria destacó la importancia de una cumbre internacional celebrada ayer en este país para buscar un cese de las hospitalidades, abrir corredores humanitarios y buscar una solución justa a la causa del pueblo palestino.
La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) reveló este domingo que más de 164 mil 700 viviendas en la Franja, 42 por ciento del total, fueron destruidas o dañadas por los bombardeos.
La entidad alertó que 1,4 millones de palestinos fueron desplazados de sus hogares por los bombardeos.
El organismo advirtió que las autoridades de salud ya detectaron en la zona “casos de varicela, sarna y diarrea, atribuibles a las malas condiciones sanitarias y al consumo de agua de fuentes inseguras”.
Sobre el tema, señaló que la Franja está desde el 11 de octubre sumida en la oscuridad por la decisión de Israel de interrumpir el suministro de electricidad y combustible.
“Los hospitales que aún están operativos están al borde del colapso por la escasez de electricidad, medicamentos, equipos y personal especializado”, afirmó OCHA.
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