Como se esperaba, el debate sobre la escalada del conflicto en el Oriente Próximo en la Asamblea Nacional fue acalorado, e incluyó denuncias y críticas entre los diversos actores políticos del país, en un escenario de preocupación internacional por la crisis humanitaria en la bombardeada y bloqueada Franja de Gaza.
El parlamentario y líder comunista Fabien Roussel rechazó los bombardeos ciegos del Ejército israelí contra Gaza y afirmó que el derecho de Tel Aviv a defenderse no le autoriza a cometer crímenes de guerra.
También la jefa de la bancada ecologista en el Palacio Borbón, Cyrielle Chatelain, subrayó que ese derecho no justifica privar de agua a dos millones de seres humanos.
Chatelain criticó la reciente visita a Israel de la presidenta de la Asamblea Nacional, Yaël Braun-Pivet, al esgrimir que sus palabras confunden “el mensaje de Francia”, ya que esa diputada oficialista manifestó durante su estancia que “nada debería impedir que Israel se defienda».
En la instalación del debate, la primera ministra Élisabeth Borne, expresó solidaridad con el pueblo israelí y acusó al movimiento Hamas de realizar “un ataque bárbaro” el 7 de octubre y de poner en peligro con sus acciones la paz, distanciando a esa organización del pueblo palestino.
Respecto a la polémica generada por los comentarios de Braun-Pivet, le señaló su apoyo, pero instó a Tel Aviv a no atacar a los civiles.
Cada vida civil perdida es un fracaso para la comunidad internacional, los palestinos no pueden ser abandonados a su suerte, dijo en el hemiciclo Borne, quien subrayó el reclamo de Francia de una tregua humanitaria
La primera ministra aseveró que Francia es amiga de Israel, de los palestinos y de los países árabes de la región.
A su turno en el debate, la líder de la bancada de La Francia Insumisa en la Asamblea Nacional, Mathilde Panot, exigió que París no se alinee con Estados Unidos, y demande un alto el fuego.
“Nuestras lágrimas no pueden ser de geometría variable. Nosotros lloramos las víctimas de crímenes de guerra, en Israel y en Gaza”, expresó.
Por su parte, la diputada y máxima dirigente de la extrema derecha, Marine Le Pen, condenó el ataque de Hamas a Israel, con el calificativo de “un crimen contra los humanos y la paz” y manifestó que la paz y la seguridad en el Medio Oriente pasan por la materialización de un Estado palestino.
El derecho de los palestinos a beneficiarse algún día de un Estado real no se puede negar, precisó la integrante y fundadora de Agrupación Nacional.
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