“Cualquier amenaza debe tomarse en serio, sin importar de quién vengan. No importa de quién vengan, las amenazas a Rusia son inaceptables”, aseguró.
Anteriormente, el presidente de Letonia, Edgars Rinkevics, insinuó que el mar Báltico podría cerrarse a las embarcaciones de Rusia si una investigación revela la participación de Moscú en los daños al gasoducto Balticconnector.
“En respuesta, me gustaría preguntarle al señor presidente qué se debe hacer con el Mar Báltico una vez finalizada la investigación y quede claro quién llevó a cabo y ordenó el ataque terrorista en el Báltico contra el gasoducto ruso Nord Stream”, refirió Peskov.
Balticconnector es un gasoducto lanzado en 2019 a lo largo del fondo del Golfo de Finlandia de unos 80 kilómetros de largo entre Inkoo y Paldiski en Estonia.
Guardias fronterizas finlandeses detectaron el 8 de octubre una fuga de presión en la tubería submarina y los responsables del sistema cortaron el suministro de gas.
Según el ministerio de Asuntos Exteriores finlandés un barco ruso Sevmorput, se encontraban cerca del lugar del incidente.
La empresa rusa estatal Rosatom, propietaria del portacontenedores, negó en un comunicado cualquier sugerencia de implicación en los daños al oleoducto.
Mientras tanto, el viceministro de exteriores ruso, Alexander Grushko, dijo que “sabemos que algunos políticos y estrategas de la OTAN sueñan con convertir el Mar Báltico en un lago interno para beneficios militares. Esto no sucederá, nunca sucederá”, sentenció.
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