Durante una conferencia de prensa en esta ciudad, la funcionaria detalló que hasta la fecha 15 de los 35 hospitales del enclave dejaron de funcionar como resultado de los ataques israelíes o por la falta de combustible.
Tras la operación del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas), el pasado 7 de octubre, Israel decretó un bloqueo total contra ese territorio, que incluyó el corte de los suministros de agua potable, alimentos, medicinas, electricidad y combustible.
Además de las bombas, los centros médicos y su personal son objeto de amenazas diarias, criticó Al-Kaila.
Explicó que los hospitales a partir de este martes no pueden recibir a ningún enfermo o herido para recibir tratamiento debido a la falta de capacidades, ya que hay escasez total de camas.
Al respecto, explicó que las autoridades médicas incluso se vieron obligadas a utilizar los pisos de los pasillos y los patios para recibir a los lesionados debido a la avalancha de llegadas.
El personal sanitario en la Franja está completamente agotado por la alta cifra de personas que necesitan atención de salud, advirtió la funcionaria.
Al-Kaila criticó la destrucción de carreteras y vías que conducen a esas instalaciones y alertó sobre el estado psicológico de los trabajadores del sector, porque sus familias también son bombardeadas por Israel.
En ese sentido, condenó la muerte de 65 empleados de salud por las incursiones de los aviones de combate.
Asimismo, alertó sobre la próxima paralización de los generadores eléctricos de varios hospitales por la falta de combustible, lo cual impedirá brindar sus servicios cuando la población más lo necesita,
La situación llegó al punto en que el personal de salud realiza operaciones quirúrgicas en los pasillos y con las luces de los teléfonos móviles, lamentó.
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