La gira del mandatario fue intensa, con parada en Jerusalén, donde dialogó con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, seguida de un encuentro en Ramala con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, de la visita a Amán para dialogar con el rey jordano, Abdalá II, y del cierre en El Cairo tras una reunión con su par egipcio, Abdel-Fattah El-Sisi.
Macron llevó dos temas esenciales en su agenda, la necesidad de que vuelva un proceso político dirigido a potenciar la convivencia en paz y seguridad de palestinos e israelíes en sus respectivos Estados y la condena a Hamas por su ataque del 7 de octubre, con un apoyo a la cruzada de Tel Aviv en represalia, aunque recordándole que también la guerra tiene normas.
Recurrente fue su llamado a retomar las negociaciones, bajo el argumento de que no habrá una paz duradera para Israel y en la región sin la materialización de un Estado palestino.
Debemos actuar de manera decisiva hoy para lograr finalmente la solución de dos Estados, subrayó la víspera, acotando que se trata de una “idea vieja, pero no caduca”.
La respuesta israelí no se hizo esperar, Netanyahu se dirigió a la nación en un discurso para insistir en la ofensiva terrestre en la Franja de Gaza con el propósito de neutralizar a Hamas y en el pedido a los habitantes del Norte de ese territorio densamente poblado que se desplacen hacia el Sur.
Asimismo, instó a sus compatriotas a armarse, en un alegado ejercicio de legítima defensa, intervención con la que quedó clara la prioridad, que nada tiene que ver con la solución de dos Estados.
Más claro aún fue el presidente Isaac Herzog, entrevistado por la cadena francesa BFM TV en el contexto de la gira de Macron, al señalar que no es el momento de avanzar hacia un proceso de paz, y sí el de “proteger y defender a nuestro pueblo”. “Cuando ustedes hablan de una solución de dos Estados, ¿Pueden garantizar nuestra seguridad? ¿Pueden garantizar que la nación vecina no va a repetir las mismas atrocidades”, dijo.
En las declaraciones de Macron durante el periplo por el Oriente Próximo estuvo la cuestión del deterioro humanitario en Gaza, blanco de sistemáticos bombardeos y de un bloqueo total, pero sin apelar al cese de las hostilidades reclamado por la ONU y gran parte de la comunidad internacional.
ANUNCIOS Y POLÉMICA
El presidente francés expresó condolencias por todas las víctimas civiles desde la escalada del conflicto el 7 de octubre y realizó anuncios destinados a paliar la crisis en Gaza.
De acuerdo con el mandatario, zarpará del sureño puerto de Tolón un buque militar para apoyar a los hospitales en la Franja, donde se reporta un colapso del sistema de salud por los bombardeos israelíes.
También adelantó que en coordinación con Egipto, este jueves aterrizará en ese país norafricano una aeronave para entregar material médico con destino a Gaza.
Su desplazamiento no estuvo exento de polémica, al proponer que la coalición internacional creada en 2014 para enfrentar al Estado Islámico se extienda al combate contra Hamas librado por Israel.
Al respecto, manifestó en su encuentro con Netanyahu que esa lucha “debe ser sin piedad, pero no sin reglas”, reclamando la protección de la vida de los civiles.
Sus palabras sobre la coalición generaron rechazo y cuestionamientos en suelo galo, por lo que aclaró antes de volar de regreso a París que “no está para nada previsto el envío a la Franja de Gaza de militares franceses”.
Nosotros no estamos por la escalada, matizó.
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