“Cuando decimos que las necesidades son infinitas en los hospitales de la Franja de Gaza, esto es lo que queremos decir. Cuando se acabe el combustible, también se acabarán las esperanzas de miles de pacientes”, advirtió la entidad en su cuenta en X (antes Twitter).
La Media Luna Roja Palestina denunció que 12 hospitales y 32 centros de salud cerraron sus puertas en el enclave costero por falta de diesel y de medicamentos o por los bombardeos israelíes, que causaron más de seis mil 500 muertos.
Israel implantó un bloqueo total contra ese territorio, que incluyó los cortes de suministro de alimentos, combustibles, medicinas, agua potable y energía eléctrica.
Tanto las autoridades médicas palestinas como organizaciones no gubernamentales y diversas agencias de la ONU reclamaron en repetidas ocasiones a ese país restablecer los servicios básicos para evitar un apagón total en los hospitales de Gaza.
Esos centros están a horas de quedarse sin combustible, esencial para el funcionamiento de los generadores de electricidad y de las ambulancias.
Ante la presión internacional, el gobierno de Benjamin Netanyahu permitió la entrada de productos de primera necesidad allí, como agua, alimentos y medicinas, a través del paso de Rafah, que une al enclave con Egipto.
Sin embargo, el vocero militar israelí, Daniel Hagari, reafirmó que ni una gota de combustible entrará a Gaza al argumentar que sería utilizado por el Movimiento de Resistencia Islámica para sus necesidades bélicas.
La ministra palestina de Salud, Mai Al-Kaila, denunció el martes el colapso del sector en la Franja.
Durante una conferencia de prensa en esta ciudad, la funcionaria detalló que hasta ese momento 15 de los 35 hospitales del enclave dejaron de funcionar como resultado de los ataques israelíes o por la falta de combustible.
Además de las bombas, los centros médicos y su personal son objeto de amenazas diarias, cuestionó Al-Kaila.
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