Al-Sarraj denunció en un comunicado que ese problema representa una amenaza para la salud pública en la Franja porque expone a la población a diversas enfermedades.
Las bombas israelíes dañaron las líneas principales de alcantarillado en ese territorio, lo cual provocó la fuga de aguas residuales al mar, recalcó.
Mientras, el comisionado general de la Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente, Philippe Lazzarini, reclamó este viernes la entrada urgente de alimentos, medicina y agua potable a Gaza ante la severa crisis humanitaria, tras 21 días de ataques israelíes.
“Las medicinas se están acabando. La comida y el agua se están acabando. Las calles de Gaza comenzaron a desbordarse de aguas residuales”, subrayó durante una conferencia de prensa en Jerusalén.
Poco después, en su cuenta en X, la Organización Mundial de la Salud advirtió que los servicios médicos, el agua potable, los alimentos y el combustible está en niveles mínimos.
Por su parte, la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios señaló en su último reporte sobre Gaza que las plantas desalinizadoras de agua de mar operan de manera limitada, al bombear unos cuatro mil metros cúbicos diarios, apenas 30 por ciento de su capacidad.
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