La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) detalló en su último reporte sobre la situación allí que las incursiones aéreas destruyeron 16 mil 441 viviendas, dejaron inhabitables a 11 mil 350 y dañaron a 150 mil más.
Barrios enteros fueron destruidos, en especial los de Beit Hanoun, Beit Lahia y Ash Shuja’iyeh, ubicados en la zona entre Gaza y el campo de refugiados de Ash Shati’ y Abbassan Kabeera, detalló.
Del total de palestinos que huyeron de sus hogares para escapar de los bombardeos israelíes, 641 mil se desplazaron hacia 150 centros de la Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente, agregó.
Unos 700 mil se refugiaron en viviendas de familiares o amigos y 121 mil buscaron protección en hospitales, iglesias y otros edificios públicos, explicó.
Más del 15 por ciento de los desplazados internos tienen discapacidades, pero la mayoría de los refugios no están adecuadamente equipados para sus necesidades, apuntó.
OCHA destacó que aunque los suministros humanitarios llegados en los últimos días al territorio aliviaron las carencias de agua potable, alimentos y medicinas, la situación allí aún es dramática.
Resaltó que desde el inicio de la actual ola de violencia murieron en el enclave siete mil 28 palestinos, incluidos dos mil 913 menores de edad y mil 709 mujeres, en tanto en Israel perdieron la vida mil 400 personas.
Añadió que unos mil 600 palestinos, entre ellos al menos 900 niños, están reportados como desaparecidos y podrían estar atrapados o muertos bajo los escombros en Gaza.
La entidad de la ONU señaló que “por decimoséptimo día consecutivo Gaza está sometida a un apagón eléctrico total, tras la interrupción por parte de Israel de sus suministros de electricidad y combustible”.
Sobre el sector de la salud, advirtió que los hospitales se enfrentan a un nivel de devastación sin precedentes, impulsado principalmente por el abrumador número de heridos y la escasez crítica de recursos vitales como el personal médico, la electricidad y el agua.
Las hostilidades en curso desplazaron a la mayoría de los profesionales médicos, lo que obliga a esas instalaciones a operar con menos de un tercio de su personal normal, subrayó.
Al respecto, anunció que “desde el inicio de las hostilidades, más de un tercio de los hospitales de Gaza (12 de 35) y casi dos tercios de las clínicas de atención primaria (46 de 72) cerraron debido a daños o falta de combustible”.
Los cortes de electricidad también afectaron proveedores y mercados de alimentos, mientras las cadenas de frío fueron dañadas, ante lo cual comenzaron a deshacerse de sus productos, concluyó.
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