Videos difundidos en redes sociales muestran un amanecer de caos en esta capital y otras ciudades del país andino, con vías colapsadas, sin semáforos por la falta de electricidad.
El ministro de Energía y Minas, Fernando Saltos reconoció este jueves que el déficit actual de electricidad que experimenta Ecuador es de 460 megavatios (MW) y pidió comprensión a la ciudadanía por esta decisión porque el invierno (época seca) se adelantó varios meses, justificó el funcionario.
Las primeras alarmas sobre los cortes programados iniciaron el pasado 3 de octubre, cuando la misma cartera de Estado anunció en redes sociales que habría «desconexiones de demanda eléctrica», aunque horas después aseguraron que habían llegado a un acuerdo con Colombia para el suministro de Energía.
Sin embargo, desde Bogotá advirtieron a Quito que a partir de octubre restringirán la venta de electricidad porque ellos también enfrentarán una fuerte sequía.
El sector empresarial aquí teme por las pérdidas millonarias en la producción y los servicios, que podrían ocasionar los cortes de luz.
La presidenta de la Cámara de Comercio de Quito, Mónica Heller, manifestó que la «falta de previsión de las autoridades» en el tema eléctrico afecta «gravemente» al sector comercial, en una temporada clave para las pequeñas y medianas empresas.
«Esas medidas desalientan la inversión y tienen un impacto negativo en la generación de empleo”, lamentó Heller en declaraciones al portal digital Primicias.
Por su parte, el líder de la Federación Nacional de Cámaras de Turismo, Holbach Muñetón, afirmó que su sector sufre con los impuestos, los extorsionadores, la delincuencia y ahora, sin energía. “¿Cómo vamos a trabajar así?», se preguntó.
Para los ecuatorianos, los apagones son un retroceso de más de una década, cuando por falta de generación también hubo racionamiento eléctrico.
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