En un artículo de opinión en el Diario El Salvador, el diplomático analizó la actual crisis en Gaza y en los territorios ocupados por Tel Aviv donde mueren miles de sus compatriotas, la mitad de ellos niños, y que para medios occidentales los palestinos “son muertos y los israelíes son asesinados”.
La crisis actual no empezó el 7 de octubre con la incursión de Hamás, empezó en 1948, cuando se creó el Estado de Israel sobre territorio de la Palestina histórica, y fueron expulsadas y desplazadas dos terceras partes de la población de entonces (vean «Limpieza étnica de Palestina», del escritor israelí Illan Pappe), señaló.
Veníamos advirtiendo a la comunidad internacional de que la ocupación solo puede provocar violencia y sufrimiento. Nuestro presidente advirtió hace pocas semanas en su discurso en Naciones Unidas de todo esto, y de que hay que buscar una solución justa y duradera para este mal llamado conflicto, señaló.
La ocupación no puede seguir; sin embargo, el primer ministro Netanyahu mostró en su discurso un mapa de la región donde no existía Palestina, su preocupación para blanquear su imagen era normalizar relaciones con más países árabes, olvidando que con quien tiene que llegar a acuerdos es con los palestinos primero, remarcó el embajador.
Por mucho que Israel tenga relaciones con países árabes, nunca habrá paz y seguridad en la región si los palestinos no tienen libertad e independencia, puntualizó.
No hay simetría entre las dos partes, agregó, los palestinos somos ocupados y los israelíes ocupantes; no hay dos ejércitos enfrentados, una potencia militar (nuclear) israelí apoyada incondicionalmente por Estados Unidos contra un pueblo indefenso, esto lo vemos en Cisjordania a diario, donde Hamás no tiene presencia y mueren jóvenes palestinos.
«La tierra palestina es anexionada ilegalmente, asentamientos ilegales en expansión, Estado de Apartheid (según HRW, Amnistía Internacional, ONU y B’Tselem). Decenas de resoluciones de la ONU instan a Israel a poner fin a la ocupación, y condenas por parte de la Corte Penal Internacional, pero la ocupación sigue y aumenta a diario», dijo.
Destacó que hubo un líder israelí valiente que tenía fe en la paz, Isaac Rabin, y lo asesinó un militante del Likud, partido de Netanyahu. No hay soluciones con bombas y muertes, las soluciones vienen con negociaciones y diálogo, aseveró.
Demos una oportunidad a la paz, porque todo lo que ocurre estos días fortalece al radicalismo en los dos campos y volverá a suceder si no hay fin a la ocupación. La paz y la justicia son el camino, no las bombas, subrayó Burini.
lam/lb