El sistema humanitario en el enclave se enfrenta a un colapso total con consecuencias inimaginables para más de dos millones de civiles, alertó en un comunicado divulgado aquí.
A medida que se intensifican los bombardeos, las necesidades se vuelven cada vez más críticas y colosales, agregó el titular de la ONU.
Guterres recordó que antes de que estallaran las hostilidades el 7 de octubre, unos 500 camiones cruzaban a diario hacia Gaza, mientras que en los últimos días apenas llega una media de 12 a pesar de que las necesidades son mucho mayores que en cualquier momento anterior.
Las Naciones Unidas no podrán continuar realizando entregas dentro de Gaza sin un cambio inmediato y fundamental en la forma en que llega la ayuda, dijo el máximo responsable del organismo.
En ese sentido llamó a ajustar el sistema de verificación del movimiento de mercancías a través del cruce de Rafah, en la frontera con Egipto, para permitir que muchos más camiones entren en la Franja sin demora.
Debe permitirse que la ayuda humanitaria vital (alimentos, agua, medicinas, combustible) llegue a todos los civiles de manera rápida, segura y a gran escala, remarcó.
El alto representante acogió con satisfacción el creciente consenso mundial a favor de una pausa humanitaria en el conflicto e insistió en su llamado a un alto el fuego humanitario, la liberación incondicional de todos los rehenes y la entrega de suministros vitales en la escala necesaria.
«Cada uno debe asumir sus responsabilidades. Este es el momento de la verdad. La historia nos está juzgando a todos», subrayó.
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