Nadie podrá decir “no sabía”, porque las imágenes, las grabaciones y las voces de un sufrimiento indescriptible llegan a cada hora desde Gaza, advirtió Philippe Lazzarini, comisionado general de la Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (Unrwa).
¿Por qué el mundo no tiene la voluntad de actuar y poner fin a este infierno en la tierra?, preguntó el funcionario durante una conferencia de prensa en Jerusalén.
“Las medicinas se están acabando. La comida y el agua se están acabando. Las calles de Gaza comenzaron a desbordarse de aguas residuales”, subrayó.
Ese enclave costero está al borde de un peligro masivo para la salud, ya que se avecinan riesgos de enfermedades, recalcó.
Lazzarini acusó a Israel de imponer un castigo colectivo contra 2,3 millones de palestinos al cortar los suministros de alimentos, agua y combustible.
Aunque reconoció la importancia de la entrada de varias caravanas de camiones con ayuda humanitaria desde Egipto, aseguró que son insuficientes ante el tamaño de la crisis.
Esos convoyes no revertirán el hecho de que Gaza está siendo estrangulada, mientras su pueblo se siente rechazado, alienado y abandonado, denunció.
“Debemos evitar transmitir el mensaje de que unos pocos camiones al día significan que se levanta el asedio, no es cierto, ese sistema está destinado al fracaso”, reiteró.
Para tener éxito, aseguró, necesitamos un alto el fuego humanitario en ese territorio.
Los civiles pagaron un precio asombroso, más de un millón de personas fueron desplazadas, barrios enteros arrasados, miles de muertos, miles más resultaron heridos y ya casi no tienen acceso a los hospitales, indicó.
Lazzarini alertó que luego de tres semanas de guerra las personas vuelven su desesperación contra la Unrwa, lo que consideró normal porque “somos el rostro de la comunidad internacional, la misma comunidad internacional que parece haber dado la espalda”.
Me duele que la ayuda humanitaria, un derecho muy básico se cuestione constantemente y, al mismo tiempo, la desesperación se transmita en vivo bajo nuestra vigilancia, apuntó.
El funcionario rechazó equiparar a Hamas con la población del enclave al considerar esa estrategia “es una ecuación dirigida a deshumanizar a las personas, dirigida a hacer justificable lo injustificable”.
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